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Mostrando entradas de agosto, 2012

REFRANES

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Torres más altas han caído, dice el refrán, ésta no caerá. Ha crecido rauda ante mis ojos en estos fatídicos meses a la vez que mi aflicción mientras me quita la visión de ese horizonte cada vez más confuso e incierto en el que se ha convertido mi vida. No espero venganzas servidas en platos fríos, he visto pasar algunos cadáveres de enemigos por la puerta de casa y no me sirvió de mucho. Cerdos a los que le llegaron su particular sanmartín pero creedme: ni siquiera alivia, al contrario llega una hasta adolecerse de ellos, pobres diablos. Mientras hay vida hay esperanza, dicen… Yo voy algo justita de ilusiones para iniciar este nuevo viaje que haré sin billete, con una maleta en la que se ha colado más de una decepción pero que lleva ruedas. Eso sí, me seguiré arrimando a buenos árboles, no solo para cobijarme bajo su buena sombra sino por el placer de contemplar como embellecen el paisaje o perfuman las primaveras. Haré oídos sordos de las necias palabras que me dirijan qu

ROCÍO

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Durante mi infancia en Huelva recuerdo que la virgen del Rocío estaba en cualquier rincón de una casa, en las cabeceras de las camas, en los almanaques, en los monederos de las madres, en las sevillanas que cantábamos y bailábamos, en ruegos y plegarias o rodeando el cuello de muchos de nosotros en forma de medalla protectora. Creo que es la virgen que más ha nombrado y rezado mi madre, también es con la que ha tenido algunos desencuentros y reencuentros que no contaré aquí. No he hecho nunca el camino y he vivido poco la fiesta rociera, aunque han sido innumerables las ocasiones en las que me he acercado a la marisma a buscar algo que posiblemente nunca encuentre. No soy creyente pero quizá tampoco eso importe mucho. Ahora la virgen va a Almonte, toda esa bulla y exceso no es entendida por muchos desde fuera. Para los almonteños son días muy señalados en sus vidas. Hay estudios sobre el impacto que ejerce cada siete años la venida de la virgen a su pueblo, no solo en el creci