REFRANES
Torres más altas han caído, dice el refrán, ésta no caerá. Ha crecido rauda ante mis ojos en estos fatídicos meses a la vez que mi aflicción mientras me quita la visión de ese horizonte cada vez más confuso e incierto en el que se ha convertido mi vida. No espero venganzas servidas en platos fríos, he visto pasar algunos cadáveres de enemigos por la puerta de casa y no me sirvió de mucho. Cerdos a los que le llegaron su particular sanmartín pero creedme: ni siquiera alivia, al contrario llega una hasta adolecerse de ellos, pobres diablos. Mientras hay vida hay esperanza, dicen… Yo voy algo justita de ilusiones para iniciar este nuevo viaje que haré sin billete, con una maleta en la que se ha colado más de una decepción pero que lleva ruedas. Eso sí, me seguiré arrimando a buenos árboles, no solo para cobijarme bajo su buena sombra sino por el placer de contemplar como embellecen el paisaje o perfuman las primaveras. Haré oídos sordos de las necias palabras que me dirijan qu